Hemingway
Hay hombres que abrieron sus ventanas por la noche
para echarse encima toda la tristeza del mundo.
Hombres que supieron trasplantar la niñez en su juventud,
y que supieron transformar el mal tiempo y la lluvia
imaginando lejos un lugar donde pasar el otoño
y la nieve crujiera en los caminos.
Tal vez lejos de París podría escribir sobre París, pensaba.
Y así se fue alejando de todo, incluso de él y de la escritura.
Porque hay hombres que abrieron sus ventanas por la noche
para echarse encima toda la tristeza del mundo.
Hombres que supieron trasplantar lo mejor de su juventud,
cargaron sus armas, y perdieron así una estación de la vida.