Conquista
Los vientos del este llegaron como montañas
para que dentro del útero un enemigo se forme.
Nadie podría o no decir que sus hermanos
forjaron hélices plateadas de contaminación,
acribillaron y traicionaron órdenes,
así como enfrentaron a una legión de asesinos:
del corazón los ojos ofendidos hacen batalla.
Así como las uvas sacrifican su piel
y quedan sin tierra ni suelo los forajidos,
aves rapaces confunden la multitud
de un padre que se balancea desde su cúpula,
y encierra a su presa en campanarios de oro viviente.