The Bund de Juan Arabia: Una política en imágenes | Rodrigo Arriagada Zubieta

The Bund de Juan Arabia: Una política en imágenes (Revista POESÍA UC)

The Bund es el quinto libro de poemas [1] y cuarta publicación del poeta, crítico y traductor argentino Juan Arabia. Sorprende de entrada la breve extensión del libro, sólo cinco poemas, pero presentados en tres idiomas, en español, como es natural, en inglés y chino, gracias a las traducciones de Gwen Buchanan y Yanqui Song, respectivamente.

La brevedad se sostiene en el punto exacto donde se interceptan la experiencia y el proyecto poético del autor. Pues se trata de capturar una imagen profunda, a través de la mirada extranjera y representar, de la mejor manera posible, una experiencia alucinatoria, extraña y al mismo tiempo evocativa. Dicho procedimiento, ha sido una constante en el proyecto de Juan Arabia. Así es como en sus dos primeros libros, El Enemigo de los thirties y Desalojo de la Naturaleza, encontramos breves instantáneas de un caminante solitario que merodea, entre otros países, por Inglaterra, Escocia, Francia, Bélgica y Argentina. Son experiencias momentáneas, pero que evitan la fugacidad y la evanescencia de lo contemplado mediante un momento posterior, el de la escritura comprendida como una vocación libresca que Arabia establece con los poetas de la tradición occidental que mejor hablan de él: principalmente, Arthur Rimbaud y su rebeldía, que en la poesía de Arabia se suele asociar con el acto de caminar. Pero no es que Arabia imite a Rimbaud, o que simplemente reproduzca episodios de la vida del poeta de Charleville, sino que se trata de entrever a través de un poeta latinoamericano la actitud antimoderna que ha permeado toda la poesía desde finales del siglo XIX. Arabia, en ese sentido, ha logrado lo que ningún poeta español o latinoamericano hasta el momento; esto es, pulverizar el mito del poeta vidente en un contexto hispano hablante concreto, donde el poeta no es un forajido que ansía una ciudad occidental, como en los primeros cronistas modernos latinoamericanos, fascinados con el mito de París (Casal, Nervo, etc.), ni tampoco un meteco como en el caso de Huidobro, Rubén Darío y Lihn. Mucho menos intenta normalizar la vida citadina, mediante un proceso de adaptación optimista de la lírica en castellano al paisaje del tardocapitalismo, como ocurre en la a mi juicio ferozmente mal llamada poesía de la experiencia de la Escuela de Granada, España.

En Juan Arabia esa conciliación es imposible, sólo queda una mera restitución por la reparación de la poesía y escribir desde un origen específico: un argentino que poetiza la realidad desde sus condicionamientos de clase y raciales, un nieto de obreros italianos anarquistas expulsados por la Revolución Industrial y asentados en el campo, al interior de Buenos Aires [2]. El poeta mantiene entonces intacto el espíritu burgués en su intento de destruir todo, en una empresa que pareciera de un nihilismo exagerado, pero que no obstante encuentra certezas y puntos de anclaje en los ejercicios de filiación con poetas que compartieron la misma aventura espiritual contra las estructuras: Dylan Thomas, Coleridge, Blake, Hart Crane, Pound y Rimbaud, por mencionar algunos. Pero no se trata de un mero desacomodo respecto de las conformaciones paternales y sociales de una época como el fin del siglo europeo, ni tampoco de la mera superioridad intelectual de Juan Arabia. No hay poses. Se trata, con insistencia, de la constatación de una Latinoamérica saqueada, fundada sobre fuertes bases materialistas y forjada por un proyecto colonial extractivista, cuya modernidad nunca ha tenido lugar, porque a ella tampoco ha precedido un Espíritu, ya sea el ilustrado dieciochesco o uno concerniente al mito. La mirada anarquista es entonces la clave en que se asienta la observación del latinoamericano. Como bien hace notar el crítico francés Marc Wetzel, en el comentario a L´oceán est avare, antología en francés que reúne poemas de los primeros tres libros de Juan Arabia, nos encontramos ante uno de los grandes poetas vivos de nuestro tiempo, por la incesante generación mutua de sus imágenes e ideas. Es la impetuosidad de un poeta que no se sabe de dónde viene, pero que avanza cavando laderas, saltando los meandros y olvidando su origen incluso más rápido que el fuego y el viento:

C’est comme un torrent de vie: personne ne demande où il veut en venir, mais nous savons qu’on le retrouvera toujours plus loin, creusant les pentes, sautant les méandres, oubliant sa source plus vite encore que le feu et le vent les leurs. L’impétuosité est telle que même chez les grands poètes conservateurs (Valéry, Claudel, Péguy), la voix est anarchiste (elle ne commande rien à la pensée qui l’anime). Alors, quand (avec Juan Arabia) l’homme poète est lui-même un anarchiste. [3]

El poeta es un impetuoso anárquico, quiero decir, un ser que ha expulsado a la sociedad de sí mismo, que la mira sin ilusiones y puede vivir por sí solo, un hombre libre, a diferencia del anarquista que siempre busca la colaboración para su idealismo a ultranza; antagonista del monarca que sueña que con aniquilarlo e imponer su particular visión mundana. Al contrario, Juan Arabia es un solitario que busca sus certezas en la tradición poética y, a su pesar, debe cargar con la escasa fundación poética de nuestro continente. Así entendemos por qué en el libro anterior a The Bund, Hacia Carcassonne, a partir de una caminata efímera por la Cíté, el poeta se haya dedicado un año completo a estudiar la tradición provenzal, como un modo de establecer una conexión fecunda con aquellos poetas medievales que, al igual que él, se consagraron a una tradición hermética distinguida en la oposición trobar clus / trobar leu. De más está decir que el resultado es brillante en la medida que, como pocos, el libro de Juan Arabia se aleja de la poesía de corte conversacional, reconstruye el contexto medieval en que escribieron Arnaut Daniel, Macabrú, Raimbaut D’ Aurenga y Alegret, y además incorpora la escritura de una sextina, el ejercicio más dificultoso en lo que respecta al arte de los trovadores, por mencionar uno de los tantos logros de la obra de 2019.

Avanzando de pie y junto al sol
de Provenza, degastando las suelas
                       REGISTER
junto al pan que mojaban los trovadores
con la cerveza del pueblo.

Avanzando, por encima del mástil,
imitando el sonido de los pájaros
mucho antes de que otros poetas
invadieran el cerco con canciones
tontas y estancadas.

El poema Tensó, aglutina los elementos más importantes de la poética de Arabia: el poeta captando una impresión en el acto de caminar, la condensación de una imagen y la alusión a la reproductibilidad de una poesía estéril signada en el verso canciones tontas y estancadas, una preocupación ya identificable en la poesía trovadoresca, y que explica en muchos sentidos la distinción entre un verdadero trovador y la poesía juglaresca, y que señala la órbita desde la cual Juan Arabia concibe su propia actividad, poniéndose del lado de los primeros. A ello se suman las referencias ocultas, como la palabra Register en mayúsculas, que se presenta desgajada de los cuatro primeros versos y que puede remitir a alguna visión privada que Arabia no escatima en mencionar no obstante su oscuridad referencial y mientras le parezca poética su incorporación. Ejemplos de este gesto sobran en la poesía del bonaerense.

Al igual que en Hacia Carcassonne, en The Bund, también se trata de una estadía efímera, pero ahora en el territorio comercial más transitado de Shanghái, el punto más emblemático de la ciudad que se extiende a lo largo de aproximadamente 1,5 km, alrededor de Zhongshan Dong Yi Lu (中山东一路). Es una zona que constituyó el corazón del Shanghái colonial e incluso su nombre se conserva en inglés –Bund– una palabra de origen angloindio que significa embarcadero o malecón. La presencia extranjera data de 1843, cuando George Balfour, primer representante británico, eligió este emplazamiento para el consulado. En un principio acogió pequeños almacenes y residencias, pero a finales del siglo XIX se comenzaron a construir algunos de los edificios más característicos de la zona. A principios del siglo XX, otros países, como Rusia, Japón, Francia, Alemania y Estados Unidos, ya contaban con establecimientos comerciales y bancos. De esta forma el Bund se convirtió en el principal enclave financiero de Asia. Entonces, si en Hacia Carcassone se debía realizar una inmersión cultural para rescatar afinidades, aquí parece más importante rescatar la dimensión visual de la experiencia, en medio de una inimaginable economía de mercado en un país comunista, como vemos en el primer poema del libro:

SOUTH SHAANXI ROAD
陕西南路

Esta gran hacienda iluminada,
verde como el pasto se arrodilla
ante la lluvia

reconoce los nudillos blancos
de la luna
extiende sus vertebras,
como los arcos–sauces Shu
en primavera.

Lo que se nos sugiere desde el título, es la presencia del poeta en una estación de intercambio. Pero Arabia describe en todo momento un paisaje natural. Al igual que en Wordsworth y Blake se trata de un rechazo del ojo- el más despótico de los sentidos- para invocar, como en Carlyle “una óptica espiritual”. De ahí el reemplazo de la estación por esta gran hacienda iluminada. Habría que pensar en la zona de Bund de Shanghái como un espectáculo de incomparable variedad y capacidad de estimulación, al que probablemente sólo se aparejan ciudades como Nueva York y París, pero donde el poeta no puede obtener placer visual. Desconfiar de las imágenes se vuelve un imperativo categórico en un país comunista, paradójicamente fetichizado por la visión de las estructuras aún coloniales y crecientemente capitalista. No se puede sino pensar en la influencia que Bergson tuvo sobre la poesía imagista, transmitida por T.E. Hulme a poetas angloamericanos como Eliot, Pound y Williams.

Recordemos que Juan Arabia es traductor de Ezra Pound, y uno de los libros en que trabaja hace años es Cathay, de manera que se encuentra familiarizado con la lírica china y con el uso del ideograma por el autor norteamericano. De modo que hay una sincronicidad entre el trabajo de traducción, de formación, las preferencias poéticas y las imágenes que capta el autor en sus viajes, un sistema completamente cerrado y rara vez observado en un poeta de su edad, que otorga a su obra un alto grado de consistencia estética, a pesar de los cambios que cada proyecto- libro ha connotado para el argentino. The Bund se sustenta en la idea de deep image, entendida en el sentido que le otorga Tony Barnstone [4] en un intento de comprender la naturaleza de las imágenes de la poesía china. Un término operativo asimismo para la poesía de Hilda Doolitle, a quien se homenajea en el primer verso y en los últimos dos de South Shaanxi Road. Tanto en H.D como en Juan Arabia existe un impulso a abandonar la representación mimética, mediante la yuxtaposición de elementos que permitan tomar el pulso a la inmediatez de la experiencia vivida. Con la salvedad de que Arabia no convierte la imagen en la intuición de la duración (la dureé de Bergson) tomando prestadas imágenes diversas, como en la poesía de Eliot, por ejemplo. Realiza más bien una sobreposición, una imagen que va más allá de las formas espacializadas, una imagen absolutamente carente de límites que habría que rastrear en las búsquedas de nuevas experiencias visuales por el surrealismo, orientadas hacia una redención visionaria que se sigue del mandato rimbaldiano de hacerse vidente. Una exploración de este tipo no es nueva en el autor de The Bund. De hecho, una de las grandes lecciones que nos deja Hacia Carcassone es que el Trobar Clus es ya una manera de embrollar los sentidos, de entrebescar, decían los provenzales: entrelazar. De manera que pareciera que todas las piezas del proyecto poético de Arabia estuvieran profundamente calculadas, ya sea en sus lecturas, en los saltos que da como escritor y en los lugares por donde se desplaza. Así entendemos especularmente la pregunta esencial que se plantea el poema The Bund en su verso inicial.

THE BUND

¿Volarán más alto estas canciones?
De una máscara harán un artificio más pobre,
reduciendo las cenizas de su experiencia,
desafilando el cuerno,
agrupando la especie creada.
Nuestro trabajo, el más oscuro,
bebe de ese mismo mar 圆明园路
Tonto es aquel quien no cree en diluvios.

Se trata de una preocupación permanente en la poesía de Arabia el hecho de que ésta “vuele más alto”; más que la de los thirties poets, más que la poesía latinoamericana, más que los juglares de antaño y los de nuestra época. De ahí que se pregunte ¿volarán más alto estas canciones? Esto será posible, pareciera, solo y en cuanto las canciones (la poesía) alberguen más de un sentido, algo que ya decía el trovador Alegret: “Mi verso parecerá insensato al tonto si no tiene doble entendimiento”, sentencia que Juan Arabia invierte por “Tonto es aquél que no cree en diluvios”. Es decir que la preocupación central en The Bund es que la poesía- el trabajo más oscuro- se realice acorde a su propia función histórica, y no se estanque en tontas canciones, modo de referirse a la poesía unidimensional de nuestra época. La imagen en Arabia es más que una idea, es un vórtice de ideas fusionadas, dotadas de energía al modo de Pound. Los Cantos son la obra de Pound donde se pone a prueba el método ideogramático y su validez poética, pero también la obra en que dicho elemento deja de ser una técnica literaria y pasa a adquirir una compleja carga política. Entonces resulta natural preguntarse qué sentido tiene el uso del ideograma que vemos en el poema The Bund. Y es que 圆明园路 significa hoy Yunminggyuan road, originalmente Jardines Imperiales, un complejo de palacios construidos entre en siglo XVIII y principios del XIX, principal residencia y espacio de trabajo de los emperadores de la dinastía Quing. Estos jardines imperiales fueron destruidos por los ejércitos británico y francés, de modo que entendemos que la inclusión ideogramática por parte de Arabia se impone como un modo de alertar sobre la idea de que China, al igual que Latinoamérica, también ha sido y está siendo saqueada por los poderes del capitalismo. De hecho, la destrucción de los jardines imperiales es considerada como un símbolo de agresión extranjera y humillación. Descubrimos, entonces, que el caracter chino en Arabia es un foco luminoso que proyecta directamente la atención a la mente del lector que bien podría asimilarse a la idea de Pound de buscar un sentido resplandeciente que se vincule al tema de la mística neoplatónica. Pero Arabia se diferencia del autor de Lustra en el sentido de que busca una apreciación no evidente, patente, obvia, política como en Pound sí, pero desde la óptica de una formación marxista revisionaria. Así entendemos cómo el poema Old Town: “El loco”, incorpora un procedimiento totalmente nuevo en la poesía de Arabia, que es la inclusión en comillas de lo que pareciera ser la escucha de lo que dice una guía turística, aquí connotada como la envenenadora. Se trata de la intención, incluso asumida en los discursos de paso cotidianos, de destruir la antigua ciudad, de sustituir el licor de contrabando (la autenticidad de un pueblo, sus gestos ocultos), por un nuevo aroma en China, que debe inexorablemente anexarse al imperio occidental con su seda de ganadores donde se pierde ya la tradicional diferenciación entre base y superestructura, propia del marxismo.

OLD TOWN | “EL LOCO”

“Los ministerios quieren voltear
las viejas construcciones”
dijo la envenenadora
“desplomar los rincones sucios
contaminados cangrejos de agua clara.”
Ellos trabajan erigiendo
un mismo imperio a
romas de occidente
la moneda de cambio
sustituye al licor de contrabando.
Seda de ganadores
edificando y edificando sus resultados
gusanos de Base y Superestructura
y para un mismo lado
los peces cegados en su fosa.

Quisiera concluir señalando que los poemas de The Bund, en su condensación y brevedad, implican un paso ganado para la poesía de Arabia, porque condensan a través de la imagen profunda una experiencia articulada donde el pensamiento no se opone, en ningún caso, a la inmediatez de la visión. Se trata de una escritura que pretende comunicar sin dejar de lado un alto grado de autorreferencialidad. Se debe recordar, en este punto, que las oscuridades de la poesía obedecen al hecho de que la escritura no es sin más un vehículo que narra la experiencia, sino que al trabajar con palabras que son portadoras de significados heredados implican un proceso permanente de redefinición de esos significados. De ahí el alto grado experimental del proyecto de Arabia que pretende abolir las unidimensionalidades del lenguaje del poder, pero también de la poesía desprovista de símbolos al apelar a la estructura visual de la experiencia donde el ver es clave para aprehender directamente un mundo de objetos que, desde la implantación del capitalismo como sistema mundial, dista mucho de ser siempre transparente.

Arabia, Juan
The Bund / Juan Arabia. – 1a ed edición multilingüe. – Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Buenos Aires Poetry, 2020.
70 p. ; 20 x 13 cm.
Edición multilingüe: Chino ; Español ; Inglés.
ISBN 978-987-4197-83-2
1. Poesía Argentina. I. Título.
CDD A861

* * *

NOTAS

[1] En orden de escritura la obra de Juan Arabia se compone de: El enemigo de los thirties (2016); Desalojo de la Naturaleza (2017); Literatura de los Límites (2018); Hacia Carcassonne (2019); y The Bund (2020).

[2] Véase lo que el poeta dice al respecto en entrevista publicada por Fundación Neruda, Chile. 

[3] La traducción es: es como un torrente de vida: nadie pregunta de dónde viene, pero sabemos que lo encontraremos más allá, cavando las laderas, saltando los meandros, olvidando su origen más rápido que el fuego y el viento. La impetuosidad es tal que incluso entre los grandes poetas conservadores (Válery, Claudel, Péguy), la voz es anarquista (ella no controla nada en el pensamiento que la anima). El texto de Wetzel se encuentra en http://www.lacauselitteraire.fr/l-ocean-est-avare-juan-arabia-par-marc-wetzel

[4] Tony Barnstone lo estudia en The Anchor Book of Chinese Poetry–From Ancient to Contemporary, The Full 2000-Year Tradition | Edited by Tony Barnstone and Chuo Ping | Anchor Books, New York, 2005E

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