Juan Arabia (Buenos Aires, 1983) es poeta, traductor y crítico literario. Autor de numerosos libros de poesía, traducción y ensayos, entre sus títulos más recientes se encuentran: Desalojo de la naturaleza (Buenos Aires Poetry, 2018), L´Océan Avare (Al Manar, Voix Vives de Méditerranée en Méditerranée, 2018), Hacia Carcassonne (Pre-Textos, 2021) y Verso Carcassonne (Raffaelli Editore, 2022). Titulado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, ejerce la crítica literaria además en el Suplemento de Cultura del Diario Perfil y en Revista Ñ de Diario Clarín, entre otros.
Luego de la publicación de El Enemigo de los Thirties (2015), premiado en Francia, Italia y Macedonia, Juan Arabia participó en varios festivales de poesía en Latinoamérica, Estados Unidos, Europa y China. En el 2018 fue invitado al festival de poesía en Francia (Sète) Voix Vives en representación de Argentina, así como en 2019 participó del encuentroPoetry Comes to Museum LXI auspiciado por el Shanghai Minsheng Art Museum, siendo el segundo poeta latinoamericano en ser invitado. Bulmenia (Buenos Aires Poetry, 2022) es su sexto libro de poesía.
Bulmenia III
Por un momento, y quizás por muchos años, se agotaron los peces de Brescia mientras el disparo del suicida coronaba las flores más blancas y frescas del mercado.
Por eso bendice a los muertos esta noche que desde su aburrimiento asfixian tu lámpara, desde su silencio llenan tu copa con el soplo estéril de sus vientres.
O ilumina tu rostro como el de un océano, respira la profunda tristeza de los débiles, camina por las calles menos transitadas y llena tus bolsillos del oro defecado por el tiempo.
Ese alucinador que repta como un cangrejo cambiando todos los espacios y direcciones. Así llenaron tus pulmones de cisnes negros, de tu corazón formaron una alcantarilla.
布雷西亚鱼
Poema escrito en Sourdough Mountain
El poeta Gary Snyder estuvo seis semanas en el 53 en la cresta de esta roca y vio todo lo que vigía ve, vio las montañas moverse y el profundo final del océano vio el viento y el agua quebrarse y al venado ramificar sus cuernos.
Pond Baedeker
The Pond, perhaps three of them ……….one a silvery tone one verdant and his dance a pendant to the other fanning the grey sky greying
Yo trabajo de noche, desertando al ogro insaciable que desfigura a los jóvenes y los deja acéfalos sin cambiar una bolsa de manzanas por mi cabeza Trabajo como el mar, como una sombra, donde unos gorriones saltan sobre las migas del día y las golondrinas hacen un escándalo por un pedazo de cielo Bebo cianuro y venenos desconocidos, porque esta sed no tiene lámparas y su cáscara se multiplica como la pobreza Trabajo como todos trabajan, sin lograr una estrella, sin saciar una pluma perdiendo todos los rumbos dando pequeñas muertes en partes desiguales sobre mi cuerpo Sin alcanzar tan solo uno de mis sueños dejo embriagar a unos pocos desamparados, restos esclavizados que han sido y que por siempre serán difamados secados en el aire del crimen
Bulmenia
I work at night, forsaking the insatiable ogre that leaves the young men disfigured and acephalous, not trading a sack of apples for my head. I work like the sea, like a shadow, where sparrows jump on the crumbs of the day, and the swallows make a fuss for a bite of sky.
I drink cyanide and poisons unknown, for this thirst has no lamps and its crust is multiplied like dearth.
I work as everybody works, not achieving a star, not satiating a quill losing the ways giving slight uneven deaths on my body.
Not reaching at least one of my dreams, I let some helpless drunks proceed, enslaved remains that have been and forever will be defamed dried in the air of the crime.
A NOTE ON BULMENIA
Puis, quand j’ai ravalé mes rêves avec soin, Je me tourne, ayant bu trente ou quarante chopes, Et me recueille, pour lâcher l’âcre besoin RIMBAUD: “Oraison du Soir”
Arabia is configured in this monological song through the trade that has fallen to him, the craft that leads him to a perpetual activity, as the present tense of the intransitive verb “to work” depicts. At his desk, Arabia contours his own work: this is his clay which continually spins in its wheel, and to which he adds “cyanide and poisons unknown” to maintain its plasticity. Arabia “drinks” the cyanide, and its present tense in this case, accounts for the undeath, (maybe the unwanted undeath). We find what Harold Bloom calls “the suicidal version of Whitmanianism”, present in certain poems such as “Walking Around”, by Neruda: (…) Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos, con furia, con olvido, paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia, y patios donde hay ropas colgadas de un alambre: calzoncillos, toallas y camisas que lloran lentas lágrimas sucias. [I stride along with calm, with eyes, with shoes, with fury, with forgetfulness, I pass, I cross offices and stores full of orthopaedic appliances, and courtyards hung with clothes hanging from a wire: underpants, towels and shirts which weep slow dirty tears.] (W.S. Merwin’s translation) Certainly, it is Neruda with whom Arabia writes. More particularly, the Neruda of “Entierro en el Este”:
Yo trabajo de noche, rodeado de ciudad, de pescadores, de alfareros, de difuntos quemados con azafrán y frutas, envueltos en muselina escarlata (…) [I work at night, surrounded by city of fishermen, of potters, of the burned dead with saffron and fruit, wrapped in scarlet muslin]
But neither Neruda nor Arabia work in the real night, nor the dead are the real dead (in “Entierro en el este” a burial is described), but both inhabit the other night, the night of the conscience of the crowds, the one which is image of death. Arabia hands in his poetry, hands in his tears and his razzle, dirty with cyanide and ink and the corruptive germ of the city of man, and lets them be drank by someone else, a fellow poet perhaps, but indeed a fellow sleepless “drunk”, alienated, freed from the daily order. It is a sacrifice through which, first Arabia, and then his fellow drunks, consume the “poisons unknown”, and experience and cope with language. It is to work under the light of a lamp, in a room that is an old yellow stamp as seen from a street in Buenos Aires, but that hardly contradicts the darkness of the alley; to obey the basic daily chore to justify one’s existence. Arabia must drink cyanide in order to produce, and must produce poetry in order to exist. I think now of Rimbaud, who works at night too, like Neruda and Arabia; Rimbaud, who begins his “Oraison du Soir” by saying: Je vis assis [I live sitting down], and who, like Arabia, drinks his “fuel” in order to work, and works “holding his chop filled with strong flutes”.
And what about the poet’s clay? What about Arabia’s work which has been nourishing and will continue being continually unsatisfied? The quill is not satiated, the “thirst has no lamps”, just like Rimbaud’s. The poet continues to model it in its perpetual spinning, and with it, he shapes himself. Here, Arabia and Rimbaud remind me of Stephen Crane’s creature in the desert:
(…) Who, squatting upon the ground, He held his heart in his hands, And ate of it. I said, “Is it good, friend?” “It is bitter–bitter,” he answered; “But I like it Because it’s bitter And because it is my heart.
Juan Arabia (Buenos Aires, 1983) es poeta, traductor y crítico literario. Autor de numerosos libros de poesía, traducción y ensayos, entre sus títulos más recientes se encuentran: Il Nemico dei Thirties (Samuele Editore, Collana Scilla, 2017), Desalojo de la naturaleza (Buenos Aires Poetry, 2018), L´Océan Avare (Al Manar, Voix Vives de Méditerranée en Méditerranée, 2018) y Hacia Carcassonne (Pre-Textos, 2020). Titulado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, ejerce la crítica literaria además en el Suplemento de Cultura del Diario Perfil y en Revista Ñ de Diario Clarín, entre otros.
Luego de la publicación de El Enemigo de los Thirties (2015), premiado en Francia, Italia y Macedonia, Juan Arabia participó en varios festivales de poesía en Latinoamérica, Europa y China.
En el 2018 fue invitado al festival de poesía en Francia (Sète) Voix Vives en representación de Argentina, así como en 2019 participó del encuentroPoetry Comes to Museum LXI auspiciado por el Shanghai Minsheng Art Museum, siendo el segundo poeta latinoamericano en ser invitado.
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Pantoum
La sonrisa de piedra de este dios campesino
deja un rincón estéril de silencio y humildad
donde los condenados destilan sus venenos
sin echar una lágrima de sal en la orilla.
Deja un rincón estéril de silencio y humildad,
los demonios disfrazados de harapos circulan
sin echar una lágrima de sal en la orilla,
sin contemplar su rostro en el fondo del estanque.
Los demonios disfrazados de harapos circulan
y el mundo se disuelve sin pastores alegres,
sin contemplar su rostro en el fondo del estanque
La bondad se marchita en corazones errantes.
Y el mundo se disuelve sin pastores alegres,
donde los condenados destilan sus venenos.
La bondad se marchita en corazones errantes,
la sonrisa de piedra de este dios campesino.
Visto que soy yo quien lleva lo salvaje a estos lugares y que los sauces destruyen este casco quebradizo deja que se acobarden los demonios azules ……………………………………………….etc., etc.
Y aprovechemos la mañana, antes de que las grises moscas toquen ………………….su cuerno y diluvie. La muerte no puede adelantarse.
Había una baja luna sobre los valles de Provenza, era una noche en el mar, Francia era cortejada por los vientos
de Áfrico, y pagaba con los trovadores. Un trabajo en conjunto, silencioso, idóneo para el verano de una raza robusta.